Instagram y Facebook han incorporado una versión de pago como método para esquivar las constantes sanciones de los reguladores de privacidad de la UE. Esto permite a Meta, propietaria de ambas redes, argumentar que los usuarios que escogen seguir usando sus servicios sin pagar “consienten” que su información se use para mostrarles publicidad personalizada. Sin embargo, según ha confirmado elDiario.es de fuentes de Meta, el pago de la suscripción mensual no evita en ningún caso el rastreo de datos personales que caracteriza a estas plataformas.
Ni el Instagram ni el Facebook de pago son servicios más privados que sus versiones sin coste económico. Según explica la empresa, Meta seguirá extrayendo, almacenando y usando la información sobre los gustos e intereses de los usuarios que paguen, así como la que pueda inferir sobre sus creencias religiosas, ideas políticas, orientación sexual, poder adquisitivo o enfermedades. La única diferencia con las versiones tradicionales es que se compromete a no usar esa información para mostrarles anuncios dentro de Instagram o Facebook.
La corporación de redes sociales ha fijado el precio de la suscripción en 12,99 euros al mes por usar una cuenta de Instagram o Facebook desde la app móvil. Desde el 1 de marzo de 2024 cobrará 8 euros más por cada cuenta adicional. Si solo se desea usarlas desde la web, el precio es de 9,99 euros la primera cuenta y 6 euros para las adicionales.
Desde Meta exponen que la información de los usuarios de pago se seguirá usando para todo el resto de mecanismos personalizados de estas redes sociales, como la recomendación de contenidos individualizados. Esta es la vía que utilizan la mayoría de las campañas de manipulación de la opinión pública para impactar en usuarios de Instagram o Facebook.
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La duda era si la versión de pago implicaba que Instagram y Facebook pasaban a ser redes con una mayor privacidad gracias a la suscripción o si los cambios se reducían a ver o no ver anuncios. La confirmación de Meta a elDiario.es corrobora que se trata de la segunda opción. “La más invasiva”, lamenta Elena Gil, abogada especialista en protección de datos y divulgadora en el canal de Instagram Tech and Law.
“Es posible que tus datos sigan utilizándose para cosas como deducir tu orientación sexual, tus ideas políticas, tus enfermedades, etc. y para vendérselos a empresas interesadas o data brokers, que son organizaciones especializadas en cruzar datos y unirlos junto a los de otros millones de personas, por ejemplo para elaborar algoritmos o para crear paquetes gigantes de datos que luego se puedan volver a vender a industrias de todo tipo”, resume la experta.
El hecho de que Meta vaya a seguir recopilando datos y perfilando a sus usuarios paguen o no hace dudar a los especialistas sobre el encaje legal de la nueva fórmula. Avisan que el invento de la corporación puede terminar en el mismo punto: multa y prohibición.
Más info: El diario.es