
Las apps móviles, especialmente las que usamos en Android, acceden y almacenan una enorme variedad de datos. Según investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y la Universidad Carnegie Mellon, el 80% de las aplicaciones más populares recogen información sensible, muchas veces sin un consentimiento informado ni explicaciones claras sobre el destino de esos datos.
- Datos personales básicos: nombre, dirección de correo electrónico, número de teléfono, fecha de nacimiento y género, fotografía de perfil.
- Información de contacto: acceso directo a la agenda de contactos, historial de llamadas y mensajes.
- Ubicación geográfica: uso del GPS, historial de ubicaciones previas, datos de conexión Wi-Fi asociados.
- Información sobre el dispositivo: modelo de terminal, versión del sistema operativo, números de serie únicos e identificadores de hardware.
- Historial de uso y preferencias: desde búsquedas realizadas hasta actividades concretas dentro de la aplicación, preferencias y hábitos de navegación.
- Permisos innecesarios: cámara, galería de imágenes, micrófono y, en ocasiones, acceso a aplicaciones de terceros o integraciones externas.
Se estima que, de promedio, uno de cada cinco permisos solicitados por las apps no es realmente necesario para la función que anuncian cumplir. Es decir, acceden a más información de la que precisan para operar correctamente. Para entender mejor cómo las apps gestionan estos permisos, puedes consultar nuestra guía sobre el significado del punto verde en tu móvil Android.
Las razones principales por las que las apps de Android recopilan información personal son las siguientes:
- Publicidad de terceros: más de la mitad de las aplicaciones analizadas comparten datos con anunciantes externos para mostrar anuncios personalizados y monetizar la app. La venta o cesión de datos es una fuente de ingresos clave para muchas plataformas gratuitas. Si quieres aprender a controlar estos permisos, te recomendamos visitar nuestra guía sobre configurar un DNS privado en Android.
- Publicidad y marketing propio: un 79% de las apps utilizan los datos para lanzarse campañas internas, promociones personalizadas o sugerir servicios propios.
- Análisis, métricas y optimización: el 91% de las apps estudian el comportamiento de los usuarios para mejorar el producto, corregir fallos y ajustar la experiencia.
- Personalización del producto: un 81% de las plataformas adapta la interfaz, el contenido o las recomendaciones a lo que sabe de cada persona.
- Funcionalidad básica: algunas aplicaciones requieren datos para funciones imprescindibles, como geolocalización puntual en apps de mapas, transporte o delivery.
- Otros usos no especificados: existe una zona gris donde los datos se recopilan sin aclarar públicamente cuál es su destino o finalidad.
El problema más grave es que muchas veces el usuario ni siquiera sabe que ha concedido tantos accesos, o no alcanza a comprender para qué se utilizarán realmente sus datos. La falta de transparencia y la letra pequeña de las políticas de privacidad alimentan la desconfianza que cada vez es mayor entre los consumidores. Para conocer mejor cómo las apps pueden invadir tu privacidad, no dejes de consultar nuestro artículo sobre el espacio privado en Android.